La tiroides es una glándula productora de hormonas que influyen en casi todas las células, tejidos y órganos de nuestro cuerpo.
Entre otras funciones, las hormonas tiroideas interactúan
con las hormonas reproductivas (estrógenos y la progesterona en la mujer) para mantener
el funcionamiento normal de los ovarios y favorecer la maduración de los ovocitos.
Cuando existe una
alteración en la síntesis de estas hormonas; Hipotiroidismo (disminución de la síntesis
de hormonas tiroideas) o bien Hipertiroidismo (aumento de la producción) se
produce un desequilibrio hormonal que puede incluso llegar a afectar a la
función ovulatoria lo que dificultaría el embarazo, provocando así trastornos en la fertilidad.
Estas alteraciones
en los niveles de hormonas tiroideas no tratadas, pueden tambien llegar a perjudicar
el mantenimiento del embarazo, en el caso de que se llegue a producir
provocando así abortos de repetición.
Las alteraciones menstruales
como, periodos irregulares o incluso la ausencia de ciclo, son tres veces más
frecuentes en mujeres con la función tiroidea disminuida (hipotiroidismo) que
en mujeres con la función tiroidea normal. El hipotiroidismo también puede
verse asociado al Síndrome de Ovarios Poliquísticos(SOP).
Por esta razón,
la determinación en sangre de los niveles de la Hormona Estimulante de la Tiroides
(TSH) para evaluar la funcionalidad de la glándula, es de carácter casi
obligado en cualquier estudio de fertilidad.
Una esterilidad sin
causa aparente prolongada en el tiempo puede verse explicada por un cuadro
subclínico de alteración de la función tiroidea.
Como consejo
final, si sospechas de disfunción tiroidea, es necesario controlar tu tiroides
antes de buscar el embarazo.
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