Se calcula que la
azoospermia afecta al 1% de la población y se caracteriza por la ausencia de
espermatozoides en el eyaculado.
Dependiendo del
origen diferenciamos dos tipos de azoospermia:
-
Azoospermia
obstructiva: en este caso la espermatogénesis (formación de espermatozoides) no
está alterada, por lo que el hombre produce espermatozoides. El problema reside
en el transporte de los espermatozoides por los conductos seminíferos para
poder ser expulsados en el eyaculado.
-
Azoospermia
secretora: a diferencia de la anterior, en este caso, los testículos no son
capaces de formar espermatozoides.
La azoospermia no
presenta ningún síntoma de dolor para el paciente, por eso, su diagnóstico se realiza
habitualmente mediante un seminograma, tras llevar más de una año buscando el
embarazo, y el paciente acude a una clínica de Reproducción Asistida.
Tras el
diagnóstico de azoospermia mediante un primer seminograma se recomienda realizar
otro seminograma con al menos 2 meses de separación entre ellos, para confirmar
el diagnóstico.
El seminograma se
suele complementar con la detección en sangre de FSH y testosterona.
La hormona FSH en varones, es la responsable
de estimular la producción de espermatozoides y es frecuente que los hombres con
azoospermia secretora presenten valores elevados de esta hormona. La
testosterona, por el contrario, se comporta de manera inversa, presentando
valores por debajo de la normalidad en estos pacientes.
En el caso de los
pacientes con azoospermia obstructiva los niveles hormonales detectados se
asemejan más a los niveles control, puesto que, la producción de
espermatozoides no se ve alterada y el problema reside en una obstrucción de
los conductos que los transportan.
La azoospermia
obstructiva, pues, tiene un mejor pronóstico para los tratamientos de
Reproducción asistida, puesto que existen técnicas como la biopsia testicular o
la aspiración del epidídimo (situado en la parte superior del testículo donde
se acumulan, maduran y activan los espermatozoides) que nos permiten obtener
espermatozoides para poder ser utilizados para fecundar mediante ICSI.
La azoospermia
secretora, en cambio es de peor pronóstico en cuanto a tratamientos de
Reproducción asistida se refiere. Y aunque en algunos casos muy concretos,
puede llegar a revertir con un tratamiento hormonal adecuado, estos pacientes
suelen acabar derivados a tratamientos de reproducción con semen de donante.
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