El test de fragmentación del ADN
permite medir la integridad del
material genético de los espermatozoides analizando las roturas de la doble
cadena de ADN.
A mayor número de lesiones, mayor será
el índice de fragmentación del ADN de una muestra de semen y menor será su capacidad
fecundante. Actualmente se considera patológica una fragmentación superior al
30%.
Se considera que 1 de cada 4 pacientes infértiles presentan niveles elevados
de fragmentación.
Aunque en algunos casos el ovocito puede llegar a reparar el daño del ADN
del espermatozoide que lo ha fecundado, una fragmentación por encima de 30%
podría dificultar la consecución del embarazo.
El test de Fragmentación espermática está indicado en:
- - Baja tasa de fecundación
- - Abortos de repetición
- - Mala calidad embrionaria
- - Varicocele
- - Fumadores
- - Infertilidad de causa desconocida (idiopática)
- - Estado febril en los últimos 3 meses.
Durante la espermatogenesis, algunos
los espermatozoides pueden sufrir alteraciones que resultan en roturas del ADN. Estos
espermatozoides dañados son generalmente eliminados, pero si el
mecanismo de selección falla aparecen en el eyaculado espermatozoides con el ADN
fragmentado.
El fallo en el proceso de maduración de los espermatozoides por su paso por
el epidídimo, puede también producir lesiones en la doble cadena de DNA y por lo
tanto aumentar el % de fragmentación de la muestra.
No obstante, existen causas externas, no atribuibles al fallo en el control
de ningún proceso biológico. Entre otras estas causas son: Varicocele, estados
de fiebre alta (mayor a 38ºC) o exposición a altas temperaturas de manera
habitual, ser fumador, enfermedades inflamatorias crónicas….
Existen estudios que indican que tras el tratamiento con antioxidantes se
puede llegar a reducir de manera significativa los niveles de fragmentación. No
obstante, en la realidad, nos encontramos que no todos los pacientes no
responden a estos tratamientos.
Una alternativa con la que contamos en el laboratorio cuando la
fragmentación no disminuye tras el tratamiento, es el uso de espermatozoides obtenidos por
punción o biopsia testicular, puesto que la fragmentación de los
espermatozoides inmaduros es menor que la de los espermatozoides que
encontramos en el eyaculado. De esta manera los ovocitos pueden ser fecundados
mediante ICSI y dar lugar a embriones para transferir.
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